Episodio 31º
Después de que todo se calmara un poco, los profesores les comunicaron a todos que debían regresar a sus aulas, pues allí ya no había nada más que ver.
Todos, casi rechistando, hicieron caso a lo que se les indicaba y se dispersaron poco a poco.
Una vez hubieron llegado a su clase, algunos se sentaron mientras el resto se quedaba de pie en medio de las mesas y se ponían a comentar lo sucedido.
Por su parte, Jun se sentó en su silla y Michael se acercó hasta ella.
-¿Seguro que estás bien?
-Claro, no te preocupes. He podido librarme del problema por el momento...
-Pero... ahora que ha escapado, no sabemos cuándo podría volver a atacarte...
-Lo sé, es por eso por lo que te pido, a ti y a los demás, que no os acerquéis mucho a mí. No quiero que os suceda algo por mi culpa.
-Oh, venga... estoy seguro de que podrías encargarte del asunto...
-Ya, pero ¿y si os coge de reenes a alguno? No quiero ni imaginármelo...
-Tranquila... no creo que nos pase nada...
-Ya ha ocurrido otras veces. No quiero que vuelva a pasar, es por eso por lo que te lo pido. Intenta que no se me acerque ninguno, en especial, tú...
-Pero...
-¡Por favor!- dijo mientras le miraba de repente intentando reprimir unas lágrimas.
-De acuerdo...- dijo, desviando la mirada.
-Gracias...- dijo a la par que se sentaba de nuevo, pues se había levantado del impulso.
Seguidamente, Michael se alejó de ella y se sentó en su sitio.
La verdad es que no quería alejarse de ella, pero entendía perfectamente por qué lo hacía, así que no le quedaba otro remedio que hacerle caso.
Después de eso, se quedó bastante abatido, por lo que sus amigos intentaron no molestarle demasiado.
Por otro lado, parecía que las tres arpías no se iban a cansar nunca y, como cabía esperar, se acercaron hasta él y rodearon su mesa por la parte de alante, mirándole así de frente.
-Hola, Michael- le dijo Lissy con un tono empalagoso.
-Hola...- dijo, suspirando.
-Uh... qué mala cara. ¿Qué te pasa?
-No es nada...
-Qué mal... qué mal... Seguro que ha sido culpa de Jun... ya te advertimos que no era buena idea mezclarse con ella...
-Callaos un poco, anda...
-Pero qué grosero... encima que nos preocupamos por ti...
-Pues no lo hagáis y largaos, ¿queréis? No estoy de humor para aguantaros...
-Venga... ¿por qué no te vienes con nosotras después de clase? Nos lo pasaremos bien, ya lo verás.
-Paso...
-Oh... ¿por qué no? Anda, andaaaa...
-¡Qué he dicho que no!- dijo mientras se levantaba y le daba un golpe a la mesa-. ¡¿Queréis dejarme en paz de una maldita vez?!
Toda la clase, incluida Jun, se quedaron de piedra al verle actuar así.
Nunca había hecho tal cosa pasase lo que pasase, así que a todos les resultó casi imposible de creer.
-¡¿Por qué no sois capaces de dejarme tranquilo?! ¡¿Tanto os gusta molestarme o qué?!
-Capitán, tranquilo- dijo Ren mientras se acercaba corriendo hasta él e intentaba evitar que las atacase en ese inesperado ataque de rabia.
-Vosotras tres, será mejor que os larguéis- dijo John a la vez que llegaba a ayudar a su amigo a evitar el enfrentamiento.
Después de eso, Michael se calmó un poco y volvió a sentarse sobre su asiento.
La verdad es que no sabía qué le había pasado. Nunca había reaccionado así ante nada, ni siquiera ante las incontables tonterías que esas tres habían sido capaces de decirle en todos aquellos años.
Acto seguido, las susodichas fueron hasta Jun y la miraron desde arriba.
-¿Se puede saber qué le has hecho?
-Bah, seguro que le ha dicho que ya no quiere estar con él y le ha roto el corazón. Pobre Michael...- continuó Eva.
-Sí, sí... seguro que ha sido eso- siguió Mery.
-¿Por qué no os váis un poquito por ahí?
-¿Oh? ¿Tan rápido nos echas? Eso es que es verdad lo que estamos diciendo, ¿no?
-Creed lo que queráis. Yo ya paso de vosotras... Es más, ¿no decíais que no íbais a acercaros más a mí por no sé qué? Bah, qué falsas sois...
-Por lo menos nosotras no vamos por ahí rompiéndole los corazones a la gente.
-Bah...- dijo Jun mientras apoyaba su codo izquierdo en la mesa y su mejilla sobre su mano para así mirar hacia otro lado.
-Ya sabes... no te acerques más a él.
-Tranquilas, no pienso hacerlo...
-Uh... veo que hemos ganado por fin, ju,ju,ju...
Justo antes de que esta pudiese terminar su burla, una inesperada mano la agarró del cuello y la llevó a estamparse contra la pared más cercana.
Cuando pudo darse cuenta, vio que se trataba de Michael.
-¡Cómo no podéis molestarme a mí, ¿habéis pasado a molestarla a ella?!- dijo sin soltarla de donde la tenía agarrada.
-Michael, por favor... me haces daño...- dijo mientras le agarraba la mano que tenía apretándole cada vez más el cuello para intentar así que la soltase.
-Capitán, tranquilízate, por favor- dijo Tom mientras le intentaba despegar de ella.
-No cometas locuras, Michael- le dijo Ren, algo asustado.
-¡No pienso dejar que la molestéis más! ¡Alejáos de ella!
Jun se había quedado de piedra.
Nunca había podido imaginar que Michael pudiese reaccionar así. Era algo insólito...
-¡Señorito Michael, suelte a la señorita Lissy enseguida!- dijo una voz de adulto procedente de la puerta.
Al parecer, uno de los otros alumnos del curso había ido corriendo a la sala de profesores para avisar de tal pelea y pudo hacer que un profesor viniese casi corriendo.
Después de eso, el chico la soltó a regañadientes y se mantuvo de pie, parado frente a ella.
-Venga aquí inmediatamente, tenemos que hablar con usted. Señorita Lissy, por favor, venga conmigo también. Necesitaré las dos versiones.
-Sí, profesor...- dijo la chica, llevándose las manos a la garganta, la cual estaba un poco roja.
Seguidamente, ambos salieron al pasillo junto con el profesor.
-Jun... ¿se puede saber qué le pasa a Michael?- le pregunto Ren mientras se acercaba hasta ella.
-No lo sé...- dijo, desviando la mirada.
-Pero...
-En serio que no lo sé... Deberíais volver a vuestros asientos, la clase va a empezar.
-S... sí...- dijo a la vez que regresaba a su asiento.
Mientras tanto, en el pasillo se encontraban Michael, Lissy y el profesor encargado de averiguar qué había pasado.
-¿Y bien? ¿Me vais a contar qué ha pasado?
-Verá...- dijo Michael, algo arrepentido.
-Yo estaba hablando tranquilamente con Jun cuando Michael me ha atacado, no ha sido culpa mía...
-¡Pero serás!- dijo mientras la miraba de repente.
-¡Michael! Una salida más de tono y no tendré más remedio que expulsarte. Aunque esta agresión ya es motivo de tal cosa.
-Ella estaba molestando a mi novia, profesor. Yo solo he intentado defenderla.
-Yo no veo ningún motivo para atacarla... ¿No podía solucionarse con un diálogo?
-Es que...
-Nada de peros, Michael. Mucho me temo que tendré que avisar a tus Padres.
-No volverá a suceder, lo prometo. Pero por favor, no los llame...
-Lo siento, pero no puedo hacer otra cosa. Tu palabra no me vale en estos casos- dijo mientras se viraba- Regresad a clase, por favor.
Seguidamente, se perdió por el pasillo.
Una vez se hubo ido, Michael se giró también y entró en el aula.
Lentamente, se acercó hasta su asiento y se sentó, derrumbado.
Cuando Lissy entró, sus dos amigas se acercaron corriendo hasta ella y, a la vez, los tres amigos de Michael se le acercaron también.
-Lissy, ¿estás bien?- le preguntó Mery.
-Sí... no ha sido nada...- le respondió.
-Pero qué bruto ha sido... no me imaginaba yo esto del capitán...- dijo Eva, algo asustada por lo sucedido.
-Todo es culpa de esa Jun... si ella no se hubiese relacionado con él, nada de esto habría pasado.
-Tienes toda la razón, Lissy. Tenemos que asegurarnos de que no se le vuelva a acercar...
-El caso es que no podemos hacer nada... ya habéis visto esos extraños poderes que tiene. Además de eso, Michael volvería a atacarnos si nos atrebemos siquiera a hablarle...
-¿Dejaremos que se salga con la suya?
-Por el momento, dejaremos las cosas así. Una vez se hayan calmado un poco, volveremos al ataque.
-¡Sí, jefa!- dijeron Eva y Mery al unísono.
Por otro lado, los chicos intentaban averiguar qué le había sucedido a Michael.
-Capitán, eso que has hecho no ha sido muy de tu estilo...
-Lo sé... no sé qué me ha pasado...
-Bueno... todos les tenemos tirria a esas tres, pero tampoco era necesario ponerse así, ¿no crees?
-Sí... el caso es que no podía más. Primero pretenden enfrentarnos, luego, vienen a molestarme con que ella me ha hecho daño y no sé qué, y después, al ver que no pueden conmigo, van y cargan contra ella. No las soporto...- dijo, bajando la cabeza.
-Michael, como amigo tuyo he de decirte que desde que has hablado con ella antes, estás muy raro. ¿Se puede saber qué te ha dicho?
-No... no es nada importante, en serio...
-Chicos...- dijo Tom-. ¿Podéis dejarnos solos un momento, por favor?
-Vale, vale...
Después de eso, Ren y John se fueron hasta sus respectivos asientos.
-Michael... es por los poderes de Jun, ¿cierto?
-¿Cómo?- le preguntó, sorprendido.
-A mí no puedes ocultármelo. La he visto usándolos.
-¿Cuándo?
-Hoy mismo. Lo del tejado no fue un simple accidente. Un tipo extraño la atacó.
-Así que lo viste, eh...- dijo, bajando la cabeza.
-Sí... Tú sabes que a mí puedes contármelo, Capitán.
-No puedo hacerlo... no puedo contárselo a nadie.
-Si tú no puedes, tal vez ella sí- dijo mientras se daba la vuelta y se encaminaba hacia donde estaba sentada Jun.
-No, no vayas- le dijo mientras le agarraba del brazo para que dejase de avanzar.
-Entonces dime qué está pasando. ¿Qué es ella?
-Ella... ella solo intenta protegernos.
-¿Protegernos?
-Lo único que... que puedo contarte... es que unos tipos quieren eliminarla y, para que eso no nos afecte a nosotros, ha decidido mantenernos alejados de ella.
-Pero eso es injusto. ¿Qué pasa si nosotros decidimos ayudarla?
-Ese es el problema... que no quiere involucrarnos... Si se supone que ni siquiera deberíais saber nada sobre ella...- dijo mientras se llevaba las manos a la cabeza y se sacudía el pelo.
-Algo habrá que podamos hacer por ella...
-Me lo ha dejado muy claro. Lo único que podemos hacer es mantenernos alejados...
-Pero eres su novio. Algo habrá que puedas hacer, ¿no?
-Mucho me temo que no... no quiere que nos pase nada, ese es el motivo de su decisión.
-Ya veo...
-Sí...
Acto seguido, la profesora correspondiente entró en el aula.
La verdad es que había tardado un poco, pero la razón ya la sabían todos: el repentino ataque de furia por parte de Michael hacia Lissy.
-Michael, ¿es posible que te quedes un momento después de clase para hablar contigo?
-Claro...- dijo mientras desviaba la mirada.
Las horas pasaron hasta que el timbre final dio la salida de todos los alumnos que ya habían guardado su material en sus carteras.
Todos los que quedaban se dedicaron a recoger lentamente, pero felices por la excursión que tendría lugar el día siquiente.
Rápidamente, Jun recogio sus cosas y se fue hasta la puerta.
Una vez allí, se paró y miró a Michael, el cual había comenzado a mirarla también.
Después de estar así durante unos instantes, Jun bajó la cabeza y se fue. Él, en cambio, bajó la cabeza y no pudo reprimir unas pequeñas lágrimas.
Tom lo había visto desde la distancia, pero aún no podía creérselo.
A pesar de estar enamorado de ella, tenía que hacer algo porque se reconciliasen.
Si Michael no podía hacer nada, tal vez él sí. Y para ello, debía hablar con Jun... fuese como fuese.
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